El Golfo de California es hogar de una de las especies acuáticas más controvertidas del país. Se trata de la totoaba, un producto gastronómico cuyo cultivo sí es legal y su comercialización también.

Compañera de la vaquita marina en las corrientes y también en peligro de extinción, la totoaba se restringió para la industria pesquera desde hace más de 60 años. La alternativa legal para su comercialización fue el cultivo sustentable vigilado por la SEMARNAT para asegurar su permanencia en la naturaleza y el tiempo.

Esto quiere decir que, al contrario de lo que se piensa, la comercialización lícita del producto en crudo y su aprovechamiento en las cocinas existe y cada vez crece más.

Algunos datos sobre la pesca y comercialización de la Totoaba

En 1996 se denominó a la totoaba como una especie en peligro de extinción y a pesar de esto la pesca ilegal y desmedida continuó, no solo reduciendo la cantidad de peces en el mar sino también dañando el ecosistema y poniendo en peligro otros animales como la vaquita marina.

En 2016, gracias al peligro que corría esta última por desaparecer, se prohibió la pesca de enmalle, la cual arrastraba con muchas otras especies y alteraba el ecosistema de todo el Mar de Cortés.

Para mitigar el problema surgió la iniciativa de hacer acuacultura en sitio, es decir, reproducir totoaba legal en el mar pero en un cautiverio controlado donde no se pudieran meter otros animales en la pesca.

Movimientos como Pesca con Futuro hacen labores de difusión sobre diversas especies marinas mexicanas que se producen responsablemente.

Su exportación está prohibida, por lo cual es un alimento que solo se puede encontrar en México.

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