La langosta de California forma parte de los animales marinos más preciados en México y en todo el mundo por su excelente sabor, textura y por su pesca sustentable.

La langosta roja (Panulirus interruptus) es un crustáceo marino que goza de un exquisito sabor y que tiene un rol importante en platillos mundiales de gran prestigio. Aunque existen muchos mitos en su captura y preparación gastronómica, es un producto que goza de mucha demanda por su sabor y aporte nutritivo. En varios restaurantes un platillo con langosta como ingrediente principal cuesta alrededor de 25 dólares. Mientras que en la Ciudad de México, ya sea comerla entera como platillo principal o cómo parte de una entrada, no constaría menos de 500 pesos. De ahí su connotación de sofisticación, lujo y exclusividad.

La región conocida como Pacífico Norte en la costa de Baja California Sur, es la principal zona proveedora de langosta roja en México, registrando más del 90% de pesca de esta especie en todo el país, de ahí que se conozca también como langosta de California, además se tiene registrado que su pesca en esta zona se ha vuelto toda una tradición que data de principios del siglo pasado.

Este crustáceo abunda en las costas rocosas desde aguas someras hasta una profundidad de hasta 100 metros. La temporada de pesca inicia el 15 de septiembre y termina el 15 de febrero, fuera de este periodo se considera como temporada de veda, por lo que está estrictamente prohibida su captura. ¡Estamos a menos de un mes de tener este manjar a nuestra disposición!

En temporada de pesca, el mayor número de langostas capturadas se venden vivas, empacadas en cajas de 10 kilos rodeadas de bolsas de gel que le permiten permanecer frías y aletargadas varias horas para resistir su transportación (puedes revisar nuestro directorio de proveedores de langosta roja aquí). Otra forma de preparación es cocinarlas enteras al vapor para después ser empacadas en cajas y procesarlas como colas de langosta congeladas, ¡toda una delicia!.

En la actualidad, la langosta roja es considerada como uno de los animales marinos más apreciados en la gastronomía por su exquisito sabor y textura, además de que la presentación en la que llega al mercado permite conserva todas sus cualidades culinarias y sus tributos nutritivos.

Como todos los crustáceos, la langosta fresca se pone a cocer viva. Su carne es fina, blanca y compacta. Puede prepararse con un sabor picante, asado a la parrilla, flameada o servida con mantequilla… a cualquier gusto, la langosta es un platillo preferido en muchos lugares del mundo.

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Este crustáceo califica como un producto sustentable certificado bajo el estándar mas riguroso del mundo , por lo que su pesca da la oportunidad a consumidores y proveedores de apoyar a prácticas sustentables para contribuir a la salud de los océanos mexicanos y de esta manera las futuras generaciones podrán disfrutar de tan extravagante especie.

Por qué hoy, queridos lectores … tenemos que buscar que la pesca y el consumo de pescados y mariscos sea sustentable. #PescaConFuturo.